sábado, 31 de marzo de 2012
THOMAS HARPER INCE: THE INVADERS
Ya hemos señalado cual es la primera pelicula del oeste, para eso tendriamos que remontarnos a The Great Train Robbery
(1903). Pero hasta 1912 todas las producciones eran de baja calidad.
Los indios eran interpretados por blancos pintados y los cowboys apenas
sabian montar a caballo, aparte que fueron rodadas en New Jersey.
Thomas H. Ince, el director de esta película, cambio el concepto fundamental de estas películas contratando a indios reales que participaban en un show del oeste y construyendo un decorado cerca de Los Angeles. Todo ello doto de realismo a sus producciones y esta en concreto es la primera que destaca.
Thomas H. Ince, el director de esta película, cambio el concepto fundamental de estas películas contratando a indios reales que participaban en un show del oeste y construyendo un decorado cerca de Los Angeles. Todo ello doto de realismo a sus producciones y esta en concreto es la primera que destaca.
El detalle mas
significativo de esta pelicula es que los indios atacan al fuerte
militar y, por primera vez en el cine, tienen las de ganar. Pero llega
la caballeria al rescate y al final ganan los buenos, convirtiendose en
uno de los cliches mas usados a partir de entonces.
Es un ejemplo de como las peliculas del oeste al final son solo copias de peliculas anteriores, aunque sea en parte.
Por cierto, Francis Ford fue quien la co-dirigio, es el hermano de John
Ford. Años mas tarde metio a John en el mundo del cine y le hizo
participe de estas primeras peliculas del oeste. No deja de ser un
hecho curioso.
jueves, 29 de marzo de 2012
THE GREAT TRAIN ROBBERY: EL FILM
Asalto y robo de un tren (The Great Train Robbery, título original en
inglés) es una película rodada en 1903 por Edwin S. Porter
Esta pelicula consta de 8 secuencias, realmente muy bien elaboradas
(para la época claro) Además, la película se distribuía junto con un
plano medio donde el jefe de los bandidos mira a la cámara y dispara, el
cual los exhibidores podía insertar al principio o al final de la
película, según su propio criterio.
En sólo una docena de planos y casi diez minutos de duración (al menos
en la versión restaurada por el British Film Institute), Asalto y robo
de un tren plantea una historia completa con un desarrollo narrativo y
una tensión dramática nuevas para el espectador de la época.
Pero en vez de hablar de ella lo mejor es verla:
THE GREAT TRAIN ROBBERY
Este film es un cortometraje que suma acción, aventura, crimen y
western. La obra consta de 14 escenas diferenciadas, que se agrupan en
tres actos (asalto, huida y persecución). Intervienen 8 actores y
actrices y un centenar de extras. Algunos hacen varios papeles, como es
el caso de Gilbert M. Anderson (bandido- es el pistolero que dispara a
la cámara-, pasajero herido y bailarín). Éste se convierte en la primera
estrella del western, al encarnar a partir de 1910 el personaje de
ficción llamado Broncho Billy, que alcanza gran popularidad.
Narra el asalto a un tren por parte de unos bandidos. Escrita por Edwin S. Porter y Scott Marble y dirigida
por Edwin S. Porter, a quien se le atribuye en ocasiones la paternidad
del cine de ficción, Porter trabajó en el estudio de Thomas Alva Edison,
creando la que sería la primera película estadounidense importante. De 10
minutos de duración, "Asalto y robo de un tren" influyó de forma
decisiva en el desarrollo del cine porque incluía innovaciones como el
género escogido (western) y sobre todo el montaje de escenas filmadas en
diferentes momentos y lugares para componer una unidad narrativa. Al
hacer esto, Porter inició el montaje, uno de los fundamentos de la
creación cinematográfica, proceso en el que diferentes fragmentos
elegidos de las diversas tomas realizadas o disponibles se reúnen para
conseguir un conjunto coherente. Asalto y robo de un tren tuvo un gran
éxito y contribuyó de forma notable a que el cine se convirtiera en un
espectáculo masivo. Las pequeñas salas de cine, conocidas como
nickelodeones, se extendieron por Estados Unidos, y el cine comenzó a
surgir como industria.
La película fue originalmente anunciada como una recreación fidedigna de
los atracos hechos por diversas bandas en el Far West. De hecho el
argumento está inspirado en un hecho real ocurrido el 29 de Agosto de
1900, cuando cuatro miembros de la banda de George Leroy Parker (Butch Cassidy- ¿alguien recuerda Dos hombres y un destino,
Butch Cassidy and the Sundance Kid?-), asaltaron el tren nº 3 de la
Union Pacific Railroad yendo hacia Table Rock, Wyoming. Los bandidos
forzaron al conductor a bajar del tren a los pasajeros, de forma
parecida a como aparece en la película, llevándose al final cerca de
5.000 dólares.
En sólo una docena de planos y casi diez minutos de duración (al menos en la versión restaurada por el British Film Institute), Asalto y robo de un tren plantea una historia completa con un desarrollo narrativo y una tensión dramática nuevas para el espectador de la época.
El interés y la novedad de este filme en relación con sus
contemporáneos radica en su capacidad para articular un lenguaje
audiovisual de forma coherente; es decir, para superar la acumulación de
tableaux en beneficio de la sucesividad de las acciones. A ello
contribuye el raccord entre los planos y las secuencias, como cuando se
observa la continuidad de la dirección entre los planos B y C de la
secuencia 4 (los ladrones salen del encuadre por la izquierda y entran
por la derecha) o entre la sec. 4 y la 5 (en ambos casos el tren se
mueve de derecha a izquierda). La inserción de las secuencias 6 y 7 en
medio de la huida de los ladrones establece una acción paralela que
proporciona tensión dramática al texto; tensión incrementada por la
ralentización del ritmo mantenido hasta ese momento que supone la
secuencia del baile. Por su parte, las imágenes de exteriores insertadas
en ventanas en las secuencias primera y tercera otorgan realismo y
desteatralización al relato. Los movimientos de cámara, aunque breves,
muestran el interés en que sea el encuadre quien esté subordinado a la
acción y no al contrario (como era entonces habitual), al mismo tiempo
que dirigen la mirada del espectador en función de la acción dramática. A
pesar de que el encuadre se mantiene en todo momento en plano general,
la puesta en escena permite que los movimientos de los personajes
otorguen dinamismo a la acción y varíe la escala, como es evidente en la
secuencia 7.
The great train robbery: La primera película del Oeste, fue rodado por Edwin
S. Porter, en 1903.
La estructura fílmica en The Great Tran Robbery es como sigue:
- Secuencia 1 (toma única, plano general). Oficina del ferrocarril. Unos ladrones sorprenden al radiotelegrafista, lo atan, lo dejan en el suelo y se marchan.
- Sec. 2 (toma única, plano general con ligera panorámica de reencuadre a la derecha). Detrás del depósito de agua que sirve para alimentar la máquina se esconden los ladrones, llega el tren, se provee de agua y los ladrones suben.
- Sec. 3 (toma única, plano general y uso de fuera de campo). En el interior de uno de los vagones, un empleado escucha el ruido de los ladrones, trata de impedir el robo cuando aquéllos irrumpen disparando sus armas, lo hieren y cae al suelo. Intentan abrir la caja y no pueden. Colocan un explosivo y salen del encuadre. La caja se abre tras la explosión y se hacen con el botín.
- Sec. 4. Plano A. El tren se ha parado y los ladrones dan instrucciones al maquinista para que separe la locomotora del resto del convoy. Plano B. Los viajeros descienden de los vagones y se colocan en las vías con las manos en alto; los atracadores van robando sus pertenencias. Uno de los viajeros intenta huir corriendo, pero cae abatido por los disparos de los ladrones. Plano C. Los ladrones llegan a la máquina, que se pone en marcha y abandona el lugar.
- Sec. 5. Plano A (plano general y ligera panorámica a la izquierda). El tren para, se apean los ladrones y bajan por un terraplén en dirección a un bosque. Plano B (plano general y panorámica a la izquierda). En el bosque se acercan los ladrones, atraviesan un arroyo y llegan hasta los caballos.
- Sec. 6. Plano A (plano general). En la oficina, el radiotelegrafista trata de incorporarse para dar la voz de alarma, pero cae al suelo. Llega una niña, lo intenta reanimar y desatar. Plano B (plano general). En un local se celebra un baile de estilo country. Llega el radiotelegrafista, avisa del atraco y salen los hombres corriendo.
- Sec. 7 (toma única, plano general). En un camino en medio del bosque los atracadores huyen perseguidos por otros hombres; se intercambian disparos.
- Sec. 8 (toma única, plano general). Los ladrones están repartiéndose el botín cuando son sorprendidos por sus perseguidores; se produce un tiroteo y los ladrones mueren.
Además, la película se distribuía junto con un plano medio donde el
jefe de los bandidos mira a la cámara y dispara, el cual los exhibidores
podía insertar al principio o al final de la película, según su propio
criterio.
miércoles, 28 de marzo de 2012
EL WESTERN : GÉNERO ÉPICO AMERICANO
El western, es uno de los primeros géneros en surgir y el primero en codificarse claramente. El western se constituye como el gran relato épico americano. Técnicamente es el género que narra la colonización del Oeste americano, por lo tanto nos habla de la historia y de su visión ideológica a partir de tres vertientes: la geográfica, la histórica y la mítica.
La primera hace referencia a las grandes rutas del relato de la expansión de los blancos del este hacia el oeste, como la ruta fundacional Lewis-Clark, el camino de Oregón, el camino de Santa Fé, la ruta de los mormones o la ruta de la fiebre del oro.
La expansión de los Estados Unidos hacia 1848
La vertiente histórica del western abraza desde la fiebre del oro hasta que las lineas de ferrocarril se unen -en Promonotory Point- con lo que quedan también unidas las dos costas del país. De 1890 en lo sucesivo se ambientan, los denominados westerns crepusculares o de finales de siglo. Estos western se ruedan a finales de los años sesenta y explican lo que pasa después de la colonización: lo que se recuerda al espectador es que la época del western se ha acabado, que ya se ha relatado todo sobre la co,lonización y el mito.
Camino Real y Camino de Santa Fé.
La dimensión épica del western se refiere a un hecho esencial: Estados Unidos vive en doscientos años un proceso equivalente al que vive Europa en trece siglos. En esta aceleración histórica, la conversión de un personaje en mito se puede dar en una sola generación: Daniel Boone y Buffalo Bill se convierten en mitos en vida. Este mito hace de un obrero rural -un cowboy- un héroe mítico: un centauro del desierto. El género hace una conversión de lo cotidiano en excepcional y de lo excepcional en casi milagroso.
Las fuentes de la que bebe el género viene directamente de las crónicas que escribían los periodistas del este, de los relatos literarios, de las fotografías: el western, que era una crónica de la realidad, se convierte en epopeya. El elemento central del western, desde esta dimensión mítica, es el enfrentamiento entre ley y orden, por un lado, y la libertad de espíritu, la utopía, por otro. De ahí deriva la riqueza del genero, de la nostalgia de la frontera.
Camino de Oregón
Una de las constantes del género, es el conflicto entre civilización y naturaleza. Para el western cuando la ciudad adquiere su forma definitiva deja de tener interés. Los elementos esenciales de la ciudad son el saloón, como metáfora de la vida: música, placer, muerte, negocios, compra y venta de objetos la cárcel: como escenario de la ley; el banco, como signo de la civilización: el paso del trueque al dinero; y el duelo en la calle como manifestación de las periódicas crisis del proceso civilizatorio.
La otra constante, la constituyen los personajes: el héroe, con frecuencia errante y que encarna valores individualistas, rabiosamente libre, puesto que no se siente bajo la ley de los hombres; el cowboy, héroe de los westerns, producidos entre 1918 y 1930 y, cuya función es la mitificación de una tarea rural muy ingrata; el forajido- outlaws-, figura mítica que puede adaptar matices positivos cuando se enfrenta a la corrupción; el sheriff, en el que cae la responsabilidad de encarnar la naturaleza de los cargos electos, héroe cuando se cuasa es justa, villano cuando sucumbe a la tentación de la corrupción; el indio, oponente por definición; la mujer, que ya sea esposa abnegada, prostituta o emprendedora colonizadora, responde a la proyección imaginaria de alguien que no se arruga ante las adversidades de la nueva vida que representa el oeste.
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